Juan Gonzalez: Con la globalización se hace
realidad el sueño de unir a todos los territorios del mundo en una sola nación sin
fronteras, un proceso mediante el cual se crea interdependencia y comunicación
sin límites entre los distintos países, que provoca la unificación económica,
política, social y cultural del mundo.
Pablo Sanz: La globalización atenta contra
la independencia de las naciones, destruyendo sus culturas y afectando
características únicas como las lenguas nativas, que están destinadas a
desaparecer debido a la influencia de otras más populares y "de los
negocios" como el inglés y el mandarín.
Juan Gonzalez: La igualdad de los mercados
permite la integración global de todos los países que son regidos por las
mismas reglas y poseen las mismas oportunidades. Gracias a la globalización,
los sectores industriales y comerciales han experimentado un incremento
considerable en sus operaciones y ventas, ya que con la desaparición de las
barreras y el fin del proteccionismo de las producciones locales, es mucho más fácil
hacer acuerdos comerciales con territorios con los que antes de este fenómeno,
hubiera sido imposible.
Pablo Sanz: La injusticia existente entre
las potencias y los países subdesarrollados
permite que los ricos sigan haciéndose cada vez más ricos a costa de los más pobres, que siguen sufriendo
la falta de oportunidades y acceso a la tecnología del primer mundo.
Juan
Gonzalez: La globalización representa el triunfo definitivo de la lógica de la
libertad de mercado, las sociedades abiertas y la extensión de la modernidad
por el mundo. La India ha duplicado su PIB y China lo ha
cuadriplicado. Nunca antes una proporción tan grande de la población mundial
había disfrutado de unos incrementos tan grandes en sus estándares de vida.
Pablo Sanz: Los niveles de pobreza,
explotación, conflicto, deterioro medioambiental y desigualdad nos ofrecen la
prueba del fracaso de la lógica de mercado y la necesidad de buscar
concepciones alternativas del orden social a escala global.
Juan Gonzalez: En el terreno del trabajo, la globalización
ha sido sin duda favorable para los países. Los integrantes de países en
desarrollo pueden encontrar buenas oportunidades de trabajo en países más
avanzados.
Pablo
Sanz: Pero los operarios de otras naciones de menor desarrollo que el nuestro, desplazan a su vez
nuestra fuerza laboral, sea con sus propias personas, sea con los productos por
ellas elaborados.
Juan
Gonzalez: Para muchos en el mundo subdesarrollado trabajar en una fábrica les
parece mejor que permanecer en el campo cultivando arroz.
Pablo Sanz: Puede que para algunos los
empleos poco remunerados de Nike los consideren una explotación.
Juan
Gonzalez: En las dos últimas décadas 24 países en desarrollo, que suman 3.000
millones de personas, duplicaron su comercio. Sus ingresos crecieron a un ritmo
superior al de los países ricos. Este grupo de países incluye a China, India, Brasil
y México, entre otros.
Pablo Sanz: El resto del mundo en desarrollo,
que representa alrededor de 2.000 millones de personas, ha quedado cada vez más
marginado del proceso de integración económica y su crecimiento económico fue
negativo. Pertenecen al África y a la ex Unión Soviética.
Juan
Gonzalez: Una ventaja para los países subdesarrollados
o en vías de desarrollo es la entrada de capital de inversión, ya que al ser
países más pobres la mano de obra es más barata, y provoca que las grandes
empresas instalen sus fábricas en estos países, ahorrando grandes cantidades de
dinero.
Pablo
Sanz: Esto lleva consigo
dos desventajas: por un lado se potencia la existencia de paro en los países de
origen de las empresas, que cierran sus fábricas para trasladarse al otro país;
y por otro se fomenta el transporte de mercancías entre los países, lo que
supone un gran impacto para el medio ambiente, no sólo por el gasto de energía
que supone el movimiento de las mercancías sino también por la necesidad de
grandes infraestructuras.
Juan Gonzalez: La
concentración en un número menor de productos y programas en lugar de muchos
puede mejorar la calidad de ambos.
Pablo Sanz: La
estandarización de productos puede dar por resultado un producto que no deje
clientes plenamente satisfechos en ninguna parte.
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